FLATULENCIAS EXTRAÑAS Y EL CAMPO
El martes a las 10:30 de la noche, Doña Cande, sufrió de una indisgestión -empacho, hartura, saciedad, atiborramiento, dispepsia- al engolosinarse con la tamaliza de dulce, de piña, de rajas, de pollo, de puerco y hasta oaxaqueños acompañados de atole de masa, y quizás debido a la fermentación del maíz, a esa hora soltó flatulencias extrañas y siniestras con aroma a preocupación, con ráfagas a velocidad de 60 a 80 kilómetros por hora –cálculo personal- por toda la costa nayarita, los estragos el día de ayer eran visibles; el gobierno estatal pronto y apresto sale en ayuda de los hermanos en Isla del Conde por el rumbo de San Blas, en Guadalupe Victoria –o la Birocha- a proteger a los ciudadanos que pernoctaron hasta en sus vehículos, en Villa Hidalgo, Tuxpan y Amapa coincidentemente había carpas de circos, con la diferencia de que en Villa Hidalgo –mi pueblo natal-, se encontraban en función en ese momento, y lamentablemente, la fuerza de la ventisca fue suficiente para derrumbar las estructuras que sostenían las tres carpas, habiendo fallecido una persona y 16 heridos en Villa Hidalgo; reportes a través del facebook, nos indicaban que la amplitud de las flatulencias móndrigas fue muy extensa, abarcando desde Puerto Vallarta hasta Tecuala.
En la Costa de los Vientos –antes La Costa de Oro-, se presenta lo más lamentable, la producción agrícola en este 2010 se avizora con un panorama grisáceo, ya que la fuerza de los vientos doblegó la fortaleza de las plantas y matas que sostenían el producto futuro de granos –frijol, maíz, sorgo-, solanácea –tabaco-, hortalizas –jitomate, chile, melón, sandía y pepino-, así como los frutales –mango con floración caída, papaya- que da el sustento y tranquilidad económica a miles de familias nayaritas dependientes de la actividad agrícola. La siniestralidad dejará latente la esperanza de progresar en este 2010, salvo que se obtenga el ampara y apoyo de papá gobierno. Daremos seguimiento a este aspecto, con datos y evaluaciones económicas de los daños presentados. La percepción en el campo es negativa y de tristeza el día de hoy. Todavía guardamos una esperanza, que hoy jueves, la naturaleza despilfarre y nos regale un clima cálido en extremo y eso invoque la salud de la producción y los estándares esperados recuperen su nivel que dé el sustento para los hermanos nayaritas; y que el extraño fenómeno de lluvia, viento y frío en este mes de febrero fenezca y volvamos a la normalidad en esta tierra pródiga en clima y recursos hidráulicos, y generosa en sus frutos. Sin embargo, gozo de confianza en que el espíritu inquebrantable del nayarita, dará la fortaleza para aguantar esto y más. En Nayarit podemos, si podemos.
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