LA PARÁBOLA DE LAS GASEOSAS Y LAS PIZCACHAS
En un refrigerador marca Grillamex,
adquirido en este 2011 mediante el programa “Cambia a tu viejo por uno nuevo”, que promueve el Fideicomiso de Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), se encontraban en el congelador una Coca Cola Light, un Caballito Aga de Raíz, un Orange Crush, un refresco natural de Coco y un Tonicol, y se estaban dando con todo en una discusión sobre cuál era el refresco preferido por la gente, para lo cual realizaron 50 encuestas, donde los resultados en cuestión de fechas, indican que todos están cerca del primer lugar, el Caballito Aga de Raiz, que Coca Cola Light va en segundo lugar, siguiendo el Orange Crush en tercero, y el de Coco y Tonicol, al último con menos rotación de su inventario, todos promueven sus ventajas, pero el que decidirá es el consumidor final, aquel que llega a los anaqueles e inducidos por el gusto y conveniencia elegirán el sabor para los próximos 6 años. El mantenimiento de la preferencia por el sabor, incluye el elevado gasto operacional del “markenting”, presionando a la generación de ahorro interno productivo para el pago a proveedores y salarios por parte del gobierno municipal y estatal.
Las gaseosas, deberían abundar en análisis financieros
para determinar el grado de apalancamiento y sostenibilidad de sus promesas, el grado de margen de maniobra que tendrán sus proyectos dada la alta dependencia con los ingresos federales, y qué porcentaje de ellos se encuentran en garantía de préstamos a largo plazo que podrían afectar la promesa de una alta inversión en infraestructura física. Ninguno ha expresado opinión sobre qué estrategia fiscal seguirán para allegarse recursos públicos y promover la generación de empleos; ninguno ha abordado como cubrirán los pasivos circulantes y contingentes, ya dos opinaron sobre la deuda directa de largo plazo.
El campo es un sector en el que todos desean
se consuma su producto, ya que la combinación de su sabor, con tortillas y frijoles representan elevar el nivel de vida (salud) de todos los náyaros. El detonante de convertir en una potencia agroindustrial a Nayarit conlleva realizar una serie de acciones de coordinar esferas de gobierno federal y estatales, e incorporar organizaciones para la orientación técnica-económica, no únicamente para cuestiones políticas estériles y adicionalmente crear un organismo especializado en comercialización que salga a vender los productos, que induzca a establecer contactos con cadenas de distribución nacionales y regionales, y porque no?, de índole internacional, dada la vocación exportadora de materias primas que se ha mantenido desde la época porfirista; ahora bien, lo más complejo es como organizar una agroindustria en un entorno 100% politizado, con voluntades efímeras en constancia y congruencia; quien vaya a realizar el cambio requerirá valor, romper inercias que detienen el desarrollo industrial del campo, menos pico de pájaro y mas lomo de hormiga...
Yo también quiero una “pizcachita” del préstamo
de los $300 millones de pesos dijo una lideresa sindical poderosa en conseguir retribuciones justas al esfuerzo laboral con el que contribuye a la elevación de la productividad económica del Estado de Nayarit… todos queremos una “pizcachita” del mazapán presupuestal, pero llegará el momento de que ese mazapán, se convierta en surrapas… esos $300 millones ya están destinados a una obra pública, así lo dijo el líder de los diputados nayaritas, y su palabra es ley!... Ese préstamo, por lo tanto, no está para “pizcachitas”... En Nayarit podemos, si podemos!!… http://certezafinanciera.blogspot.com
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