11 de febrero de 2010

IMPUESTOS OPACIDAD EN SU GASTO

IMPUESTOS OPACIDAD EN SU GASTO

Opacidad es sinónimo de turbiedad, borrosidad, negrura, sombra, que no tiene brillo, que no destaca, que es mediocre, el pasado 8 de enero el Presidente Calderón, dijo “que en materia de transparencia la ciudadanía no merece simulaciones o regateos por lo que exigió a los gobiernos municipales, estatales y al federal detallar el destino del gasto público. Basta de opacidad y derroche de los recursos”. No creo que el hombre más informado del país –quizás no el mejor informado- haya tenido un alucinación post-rosquiana y le haya tocado el monito de la transparencia, no, no lo creo, es una afirmación de alto nivel, que da pié a la aceptación de que en los Estados de la República T -taquera, tortera, tamalera-, prevalece y existe de una manera cada día más atroz el ejercicio de un gasto público fatuo -vanidoso, presumido, presuntuoso, petulante, jactancioso, necio-, que cercena la confianza de la ciudadanía en las instituciones, por la falta de transparencia y rendición de cuentas en los tres niveles de gobierno.

Más aun, ese mismo día, el secretario de Hacienda, Neto Cordero, se aventó la dominguera, “el gobierno no es rico ni tampoco el pueblo de México, y que por ello nadie se puede dar el lujo de tirar el dinero. Aseguró que el gobierno está convencido de que los ciudadanos necesitan saber cómo y en qué se gastan sus impuestos”. A este respecto, México es una excepción, opino que aquí si se pueden dar el lujo de tirar el dinero, ante la ausencia de un marco rígido que obligue a rendir cuentas de recursos escasos, que son dispuestos por una raza política como si fueran suyos, raza política compuesta por una generación absolutamente pasiva y convenenciera, que al carecer de una educación de Valores, ignora que nadie debe disponer de lo que no es suyo, porque debe tener un dueño, y en este caso, los recursos públicos tienen un dueño. Raza política, que se apropia de ellos con voracidad y desmedida proporción a la situación que guarda nuestro México, sabedores que el esquema de transparencia y rendición de cuentas se diseñó disimuladamente, para encubrir y para castigar, no lo que la Ley dice, sino como una herramienta de control político, salvaguardando los intereses de grupos enquistados en la truculenta red de políticos adocenados. Y qué bueno, que están convencidos de que necesitamos saber cómo y en qué se gastan los impuestos.

En septiembre de 2009, Roberto Newell, director general del IMCO –instituto mexicano para la competitividad- manifestó que en los últimos cinco años, los estados y municipios del país han gastado en infraestructura casi el doble del monto asignado para la recuperación económica de Europa tras la Segunda Guerra Mundial, sin que en estos se vean los resultados de esa inversión. Y que preocupa más la forma en cómo se gasta en infraestructura en estados y municipios, que en el Gobierno federal con el Plan Nacional de Infraestructura, y cree que hay una corrupción impresionante –desconoce el tamaño-, pero no es chica”.

Nayarit ocupa el segundo lugar en los parámetros de transparencia a nivel nacional, y este escribano lo ha corroborado, accediendo vía web a páginas de otros estados, los cuales dejan mucho que desear respecto a la de Nayarit, en el mismo tenor que el mandatario federal, el Gobernador Ney González, en un pronunciamiento el 14 de Enero de 2009, dijo “ayúdenme a hacer un buen gobierno, haciendo su parte, el que legisla, el que administra los ayuntamientos, el que genera empleo, el líder, los comunicadores, todas y todos”, invitó a “combatir la corrupción y la impunidad, pero también la simulación -hacer como que hacemos- y la autocomplacencia, -dos enemigos muy poderosos a los que se enfrentan todas las sociedades y todos los gobiernos-”.

Actualmente, observo una disminución en el empeño de ser transparentes en Nayarit, y porque lo digo?, bien, porque los resultados de la cuenta pública del trimestre Jul-Sep de 2009, aun no se incorporan en la sección de Transparencia Fiscal, como oportunamente se habían presentado trimestres anteriores; y se sigue presentando el derroche de recursos mediante el esquema de sobrefacturación de precios de productos y servicios, que es la técnica que más se utiliza en la administración municipal y estatal, para absorber recursos que no son de ellos, situación que podría solucionarse, mediante el acopio de precios y su comparabilidad.

Aun cuando no estoy de acuerdo con el cobro del reemplacamiento, por mi exigencia ciudadana de que se anuncien los resultados de la Austeridad en el Gasto Estatal, en lo personal he manifestado la importancia de pagar los impuestos y sobre la necesidad de avanzar en el combate a la corrupción y contra la opacidad en el gasto corriente y de infraestructura en Nayarit. Bien, por ser un mandato de Ley achilillaremos y chillaremos con el pago hasta que lleguen las placas, porque al no contar con ellas, va a ser una lata estar lidiando con tránsitos de otros estados y federales de caminos; no claudicaré en conocer en que rubros ha sido austero el Gobierno, aparte de la disminución parcial de compensaciones a empleados de confianza. Y va una idea, para compensar la mala organización mostrada hasta ahorita en Tránsito, que aquellos contribuyentes que efectúen oportunamente el trámite de revalidación de placas de circulación durante los tres primeros meses del año, tengan derecho a participar en un sorteo de unos 10 automóviles nuevos, que incluyan el pago del Impuesto Sobre Tenencia, placas de circulación, un tanque lleno de gasolina Premium a la entrega. En Nayarit podemos, si podemos.

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