29 de abril de 2009

OBESO PESADO Y LA INFLUENZA

-EMERGENCIA-

Vaya impacto que ha causado la noticia de la toma de medidas severas para afrontar la situación de la Influenza Porcina, en el Centro de Análisis y Raciocinios Ajustados, Justos y Ordenados de Nayarit, por sus siglas el CARAJO, por igual nos preocupa la situación, determinamos no hablar de Finanzas, sino contribuir a conocer este padecimiento y cómo prevenirlo…, hoy nuestro socio Obeso Pesado -especialista en preparar carnitas y chicharrones de cerdo en cazo de barro- nos comenta que el puerco, cochino, gorrino, marrano, guarro, cocho, cuino, cebón, chancho o cerdo, no tiene nada que ver con el virus en México, ya que con la freída el suculento manjar elimina cualquier virus y que en la de barro disminuye el contenido de colesterol; expresa que su negocio se ha visto una caída en las ventas, sin embargo, nos manda este material para conocer y enfrentar mejor esta enfermedad:

Los virus influenza que afectan al hombre se dividen en tres serotipos: A, B y C. El influenza A es el responsable de epidemias que afectan no sólo al hombre sino que a cerdos, caballos, focas y una gran variedad de aves. Se ha aislado virus influenza de aves domésticas y silvestres, fundamentalmente aves acuáticas como pato, gansos, golondrinas marinas, gaviotas y aves domésticas como pavos, pollos, codornices, faisanes, gansos y patos. Estudios de biología molecular apuntan a que los virus humanos pueden tener su origen en aves acuáticas. Los virus aviarios crecen difícilmente en el hombre y viceversa, pero ambos (de origen aviar o humano) se desarrollan bien en el cerdo. En Asia es muy frecuente la convivencia de cerdos, patos y hombre. El traspaso de virus entre las especies facilita los cambios antigénicos propios de este virus. Se piensa que en la naturaleza la infección de cerdos con cepas provenientes de aves y humanos convierte al cerdo en un escenario propicio para la producción de cambios y generación de virus con diferentes características antigénicas. Esto ha hecho necesario estar monitoreando los cambios antigénicos de los virus aislados, especialmente los cambios de la hemaglutinina (H) una glicoproteína importante en el virus, ya que su división en dos partes es importante para la infectividad del virus. Cambios en la hemaglutinina y en la neuroaminidasa (N) se observaron en las distintas epidemias: en 1933: H1N1; en 1957: H2N2 (gripe asiática); en 1968: H3N2 (gripe de HongKong) y en 1977: reaparición de H1N1 (gripe rusa). Todos estos cambios hacen que el virus no sea adecuadamente detectado y neutralizado por los mecanismos inmunitarios, y que la vacuna que protege contra determinado tipo de virus no sea eficaz para uno diferente. Por ello es necesario inmunizar anualmente a la población en mayor riesgo de complicaciones y al personal de salud. La vacuna de la influenza no tiene la efectividad de otras vacunas virales, como es el caso de México.

Medidas generales preventivas:

1.- Vestir ropa fresca, y cuidarse o evitar cambios bruscos de temperatura.

2.- Consumir frutas y verduras ricas en vitamina A y C -zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña entre otros-.

3.- Lavarse las manos con frecuencia en especial después de tener contacto con personas enfermas.

4.- Evitar exposición a contaminantes ambientales y no fumar en lugares cerrados y cerca de niños, ancianos y personas enfermas.

5.- Evitar lugares como cines, antros, autobuses, centros comerciales, iglesias, etc.

6.- Cubrir nariz y boca con pañuelos desechables al toser o estornudar y lavarse las manos para proteger a las demás personas.

7.- Utilizar cubrebocas, tirar el pañuelo desechable en una bolsa de plástico y estornudar sobre el ángulo interno del codo.

8.- No saludar de forma directa (de beso o mano) para no contagiar a otras personas.

9.- Los niños enfermos deben evitar contacto con ancianos o personas con enfermedades crónicas.

10.- Lavar los utensilios de las personas enfermas después de comer con agua caliente y jabón para matar los microbios.

11.- Mantenerse alejado de multitudes y sitios públicos.

Concluye Obeso diciendo que es hora como ciudadanos cuidar la salud de nuestras familias, previniendo, platicar con nuestros hijos como se da este tipo de virus y enseñarles a informarse, con ello abatiremos el desaliento y el miedo o temor, con estos ejercicios haremos de ellos ciudadanos responsables y sanos; la responsabilidad no es sólo del sector salud. Sueñen, no cuesta nada. En Nayarit Podemos... Si podemos... 

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