1 de abril de 2009

LO TRATADO CON GUADALUPE

 –HILARIA Y SU PERCEPCIÓN FALLIDA-

El Centro de Análisis y Raciocinios Ajustados Justos y Ordenados de Nayarit (CARAJO), ayer se reunió en el restaurant de mariscos La Langosta Está Fallida, ubicada la Avenida Fariseos del Norte, hermosa avenida sin baches con palmeras y árboles de noni y chayotes sin espina –ya lo sé! No es árbol, en la ficción es muy preciado uno de chayotes!- de la fragorosa Ciudad de los Territorios Compartidos, el Área de Raciocinios Religiosos presidida por Sor Tilegios Clarissa –de la Tribu No Soy de Aquí ni Soy de Allá-, visualizó y analizó la reciente visita de la Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton –de religión metodista-, quien visitó la Basílica y personalmente el rector monseñor Monroy en media hora le dio explicaciones sobre la Virgen, patrona de México y de América, sobre la significación y simbología que rodean a la Virgen de Guadalupe, fue bendecida por el prelado y depositó unas flores blancas en el altar y encendió una veladora; según la tradición, la Guadalupana se apareció en 1531 al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac, y la imagen de la Virgen quedó impresa en la tilma (poncho) de San Juan Diego, Hillary observó cercanamente la tilma con la imagen de la Virgen y preguntó: ¿Quién pintó el cuadro? y le responde Monroy: fue un milagro que quedó impreso en la tela.. dios la plasmó..; finalizó su recorrido estampando su firma en el libro de visitantes distinguidos del recinto religioso, abajo de la inscripción del CARAJO que dice: El Sur También Existe. Se despide Hillary hilarante, preguntando nuevamente ¿Quién pintó el cuadro?.. Percepción fallida, como fallida es la percepción que se tiene de México como un Estado fallido... fallida es la percepción de que nuestro país ha sido rebasado por la delincuencia organizada. Lo que considero no fallido es que el Presidente Calderón declaró la existencia de un plan de los vecinos norteños para menoscabar la imagen del país, es real, no es coincidencia el orden de declaraciones de prominentes funcionarios, desde Dennis Blair (Inteligencia), Robert Muller (FBI), Hillary (Estado), que precederán a las de Eric Holder (Fiscal General), y de Janet Napolitano (Seguridad Interior), la próxima semana, para cerrar con las del presidente Obama, el 16 y 17 de abril, esperemos que las contradicciones de sus palabras sean acciones congruentes en apoyarnos. No quiero ser zopilote de mal agüero, pero recuerdo aquel infausto Tratado de Guadalupe Hidalgo firmado entre México y los Estados Unidos en 1848, al final de la Guerra de Intervención Estadounidense, que estableció la cesión de casi la mitad del territorio, comprendiendo la totalidad de lo que hoy son los estados de California, ArizonaNevadaUtah, parte de Wyoming, Colorado y Nuevo México, a cambio de 15 millones de dólares por daños durante la guerra (unos 313.46 millones de dolarucos de 2006 –menor cuantía que el apoyo del Plan Mérida-), cediendo en total 2’378,539 km². El tratado se firmó en la villa de Guadalupe Hidalgo, el día 2 de febrero de 1848,  el lugar de las apariciones de la patrona de los mexicanos.., un lugar de respeto para ellos, qué mejor que firmarlo “En Nombre de Dios Todopoderoso”... mucho mejor, y después... una misa para celebrar en la Basílica de Guadalupe. El 3 de julio de 2008, Juan McCain, al igual que Hilaria –hace días- visitan este lugar sagrado para la emotiva religiosidad mexicana, pienso que son mensajes cifrados atrayentes del desdichado suceso de hace 161 años y que concuerda con la remembranza de aquel tratado lo ocurrido con el sector del Transporte recientemente, que por sus calzones con barritas –incluyendo las canelezcas- y estrellas, no cumplieron con la apertura de tránsito a los tractocamiones aztecas, como no lo hicieron con el de Guadalupe al desconocer dos cláusulas unilateralmente. Viene a colación lo dicho por Bernardo Bátiz, que resulta preciso a mí entender: Durante distintos periodos de nuestra historia algunos gobernantes han tenido la dignidad y el patriotismo de establecer reglas de respeto y de justicia en las relaciones recíprocas. No podemos ni debemos pelearnos; la convivencia y la concordia son necesarias, pero es indispensable mantener una actitud de respeto hacia nosotros mismos, para exigir con ello el respeto que nos deben tener los de afuera”. Allí la necesidad de descubrir y fortalecer una identidad como mexicanos, ser solidarios, manifestar al unísono una voz de apoyo y a la vez exigir con firmeza y dignidad –ya déjense de enchiladas completas!!-, los vecinos no tienen sazón para ello; llevemos nuestra cultura, las raíces latinas –sin nacionalismo exagerado-, ellos nos conocen bien y saben cómo dividirnos, saben cómo “ponernos como gallitos”, por favor, aunque me cae bien Obama, recíbanlo en el Alcázar de Chapultepec y platiquen a un lado de la carroza de Júarez, él sabrá por qué. Conozcámoslos y digámosles que el Sur también existe. En Nayarit podemos... Si podemos.

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